domingo, 17 de diciembre de 2023

¡Mitos, Leyendas y el lado más Oscuro de la Luz!

 

Antes de comenzar, les prometo a todos ustedes, queridos lectores, que seré más formal con los títulos. Sin embargo, por ahora, mientras este proyecto está en sus inicios, me tomaré la libertad de ser sarcástico al menos en los encabezados. Todo se tecnificará y adquirirá el peso académico que debe tener, pero eso no impide compartir algunos mitos y leyendas desde que adopté el término "hacker" para referirme a la profesión que amo. No es un secreto que la gente no comprende los significados más básicos de nuestra comunidad.

 

A pesar de los esfuerzos del actual ícono de la cultura hacker, “Chema Alonso”, por explicar a las personas que un hacker es un apasionado por la tecnología, que estudia su funcionamiento a un nivel más profundo, y no un delincuente o, peor aún, un brujo que mediante hechizos y secretos puede extraer información estando simplemente en la misma habitación. ¿Cómo se explica a los "muggles" que el núcleo del hacking implica trabajo arduo (muchas veces solitario) y no un Howards lleno de personas con máscaras de Anonymous, banderas negras, loros en los hombros y algún que otro parche?

 


Historia 1:

 

Con lo anterior en mente, quiero compartir mi primer trabajo como "hacker", aunque no sé si debería llamarlo así. Ocurría durante el período electoral en mi país, cuando se definirían las autoridades locales. El movimiento hacktivista Anonymous estaba en boga, y era común que las campañas políticas utilizaran la imagen de los hacktivistas para "revelar" secretos (mentiras) sobre los diferentes candidatos. Esto representaba un dolor de cabeza para los equipos de prensa. En mi localidad, se producían "autoataques informáticos" que generaban pánico al perder el control de la información. Corrían rumores de que una de las campañas había contratado piratas informáticos para atentar contra el candidato más fuerte.

 

El equipo de trabajo de ese candidato (la víctima) nos contactó. Recuerdo sus palabras: “Necesitamos un HACKER para protegernos de la otra campaña”. En realidad, nunca había trabajado en una campaña política. En ese momento, era Ingeniero de Datos en una multinacional de Telecomunicaciones (sí, los hackers también tenemos empleos). Según entendí, el objetivo era resguardar la seguridad tecnológica de la sede del candidato, a lo cual accedí.

 

Al presentarme en el lugar, descubrí que, efectivamente, no tenían seguridad. La contraseña del wifi era el nombre del candidato, compuesto por dos nombres. Como buen hacker ético, mi primera recomendación fue cambiar la clave. Con mi equipo, notamos un ataque a esa red para "desautenticar" a los usuarios activos y capturar el handshake para un ataque de fuerza bruta. Por supuesto, lo informamos. A una semana de las elecciones, sugerimos al candidato que no se conectara a la red wifi, ya que en ese entonces no existían cifrados de datos en las aplicaciones de mensajería instantánea. No queríamos que, en caso de que los delincuentes accedieran a la red, obtuvieran alguna foto “en pelotas” o su historial de pornografía favorita.

 

El candidato, luego Mandatario, recibió la recomendación, pero difundió entre todos los equipos de trabajo que éramos unos "locos" que vivíamos en una película. En sus palabras textuales: "¿Cómo es posible que no pueda conectarme a mi red wifi? Estos tipos están enfermos", desconociendo los riesgos. La imagen que este mandatario nos dio fue la de estafadores, tratándonos como charlatanes en busca de protagonismo. Después de las elecciones, nos ofrecieron un "puesto" que pagaba 250 USD al mes, mucho menos del salario mínimo en mi país. La condición era "hackear" a algunos miembros de la oposición. Claramente, rechazamos la oferta, y mi equipo y yo no tuvimos participación en su gobierno.

 

Aunque pueda parecer un caso aislado, esto ocurre con demasiada frecuencia entre gerentes, líderes o emprendedores que son excelentes en sus negocios, pero no comprenden la tecnología ni los riesgos de ser vulnerables. Desconocen los costos de perder información valiosa frente a la competencia. En el caso del político mencionado, su base de datos de campaña (filtrada en internet posteriormente) ¿qué habría pasado si su contrincante la hubiera obtenido de los computadores del call center que funcionaba en la sede? Si se hubiera distribuido entre sus seguidores, una noticia que desacreditara su imagen. Creo que el resultado no habría sido el mismo.

 

Historia 2:

 

"Jaime me acusa de hackear las elecciones, ¿qué hago?" En la DragonJar 2023, conocimos la historia de "Paulino Calderon" (@calderpwn), un hacker reconocido en Latinoamérica que enfrentó un malentendido orquestado por la maquinaria de las campañas políticas de un país donde impartió una conferencia ajena a sus elecciones. La ingenuidad de los "muggles" sin conocimiento de causa condenó a este hacker. Comparto el video de su historia. 



Hackers, cuento todas estas historias, no para desanimarlos, sino para motivarlos. Esta es una carrera como cualquier otra, con una curva de aprendizaje pronunciada pero gratificante. No dejemos que los mitos nos definan, esos que dicen que, si no somos adolescentes con habilidades extraordinarias, no podremos dedicarnos a esto. Los adolescentes superdotados existen, pero también existen los profesionales con determinación y enfoque. Recordemos que la disciplina, tarde o temprano, vencerá a la inteligencia.

 

¡Saludos! 

Th3g4ntl3m4n

 

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